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Victoria amarga

Otra carrera trepidante, con mucha emoción, y con un título en juego que al final cayó en manos de Hamilton, y sufriendo.

La carrera prometía, y no defraudó. Los que dicen que la F1 es aburrida no saben lo que dicen. Carreras como esta son las que hacen afición, y más si hay un título de campeón del mundo en juego. Para empezar tuvo que aparecer la lluvia y animar el cotarro. Hasta ahí todo transcurría según lo previsto. Massa solo pensaba en ganar y esperar acontecimientos. Logró lo primero, entró como campeón pero lo peor estaba por llegar. En las últimas curvas de la última vuelta de la última carrera de este año Hamilton estaba en la sexta posición tratando de superar a Vettel hasta que aparece un lentísimo Glock en la antepenúltima curva y ahí el sueño desapareció. La alegría del box de Ferrari se desvaneció, Hamilton acabó en quinta posición, lo que le otorgaba su primer campeonato, arrebatándole el record de campeón más joven a Alonso.

Que duro resulta ganar una carrera, en tu propio país, con posibilidades de ser campeón y al final lo pierdes solo por un miserable punto. El deporte suele ser cruel, y se la ha vuelto a jugar al pobre Massa. Y hay que reconocer que Massa se ha comportado como un auténtico caballero, tanto por felicitar a su rival como por agradecer todo el apoyo que ha tenido de la afición brasileña.



Solo me queda felicitar a Hamilton por su triunfo, a Massa por su gran carrera y por el muy buen mundial que ha realizado y a la Scuderia Ferrari Marlboro por su nuevo título de constructores.

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