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El Señor de los Humillos

Cuenta la leyenda que un hace años, no recuerdo bien ni donde ni cuando, vino a este mundo un niño, un niño que tuvo la desgracia de nacer con una nube de humo a su alrededor. Sus padres quedaron asombrados, preocupados y, ante tal situación, no daban crédito a lo que estaba ocurriendo con su vástago. Preocupados por la vida de su hijo removieron Roma con Santiago, todo con el fin de poder encontrar una solución a esta situación tan particular.

Pocas, más bien ninguna solución se encontraba para la pobre criatura. Los médicos no eran capaces de determinar los motivos de la presencia del humo, era un problema que se les escapaba, hasta las más reconocidas eminencias del campo de la medicina se quedaban atónitas ante tal situación.

Pero no todo iba a ser negativo para la criatura. Con el paso de los meses la nube de humo que lo rodeaba iba haciéndose más pequeña, hasta el punto de casi llegar a desaparecer, hacerse casi inperceptible al ojo más entrenado. De este modo, tendría la oportunidad de hacer vida normal, una oportunidad de ser como un niño más, con sus virtudes y sus defectos. 

Como todo niño normal, tenía sus sueños y estos eran convertirse en un periodista. Con el paso de los años, y alejado de sus problemas de humos, cumplió sus sueños y se convirtió en periodista. Un periodista cuya andadura profesional comenzó en la prensa escrita para dar el salto a la radio, medio en el que cubrió grandes eventos deportivos. Pero no sólo sería un hombre de radio, llegó a compatibilizarla con la televisión, medio que acabaría por lanzarlo a la fama y por el que acabaría dejando la radio pasados unos años. Con el tiempo, se haría más y más famoso, hasta el punto de ser designado para ser el responsable de hacer llegar al pueblo una competición que empezaba a eclosionar en su propio país. Se enfrentaba a una gran responsabilidad, más aún cuando apenas tenía nociones de la competición que iba a transmitir, lo que no pensaba que fuese un problema, pues estaba muy ilusionado ante este nuevo reto profesional. Lo malo para él es que le esperaba algo que no sería para nada de su agrado.

Con el paso de los años, sus problemas de humos, casi desaparecidos años atrás, volvían a estar presentes en su vida. La nube de humo volvía a rodear su figura, una nube que aumentaba con el paso de los años, en especial, cada vez que sus informaciones se basaban en vender ilusión y los grandes avances del deportista al que sigue a sol y sombra, ilusión que se quedaba en eso, en ilusión, porque muy poco, o nada, de lo que cuenta en sus conocidas crónicas en los informativos y retransmisiones se llegaba a realizar, pasando del tono de alegría a tono de funeral, un cambio de tono ineludible al oído humano.

La venta de ilusión, más el humo que rodeaba su figura hicieron que pasase a ser conocido como El Señor de los Humillos, un periodista especializado en la venta de humo. Otros medios, tanto prensa escrita como radio, han seguido su ejemplo y han decidido pasar a emplear sus métodos, convirtiéndose también en vendedores de humo, un sector en expansión en la prensa deportiva de este país, todo gracias a la labor llevada a cabo por este humilde periodista.

Según la leyenda, el periodista en cuestión sigue realizando su trabajo, todo un trabajo de contaminación informativa, salpicado con fuertes dosis de emoción y algún que otro orgasmo, consistente en vender humo, mucho humo, un humo que mucha gente se traga, pues le creen a pies juntillas.

6 comentarios, ¡anímate a comentar!

Monica29781 dijo...

ooohhhh no sé por qué me da que puede ser... ¿Lobato? o he metido la pata?


J. Arce dijo...

¿Estás seguro de que sólo hay un Señor de los Humillos? Porque yo los veo a cientos. ¿No será una plaga?



Dani dijo...

@J. Arce pero es el más representativo de todos ellos, ¿no? Por eso es El Señor.


José Luis dijo...

Jajaja: muy buena leyenda... hecha realidad en una cadena verde de televisión.
Por cierto, muy bueno el enlace que has puesto en la entrada de J Arce: Alonso ganador del GP de Italia 2011: ¡eso es tener visión de futuro!.


Dani dijo...

@José Luis lo que no sé es como no han cambiado el color verde por uno más gris, jaja. Ese enlace todavía tiene algo de juego en un post que estoy cocinando.


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