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10 años de dos debuts

7 de marzo de 1999, dos españoles estaban en Melbourne, concretamente en el circuito Albert Park, preparados para debutar en la máxima categoría del automovilismo. Sus nombres son Marc Gené y Pedro Martínez de la Rosa.

Pedro venía de ganar títulos en Japón, pasó una año como probador en Jordan antes de lograr un volante en Arrows con el apoyo de Repsol. Por su parte, Marc venía de ganar el Euro Open Movistar by Nissan (ahora las World Series by Renault) y lograba un volante en la escudería italiana Minardi, cuna de pilotos como Trulli, Alonso entre otros. En su debut, Pedro consiguió puntuar logrando un sexto puesto que le otorgaba su primer y único punto en esa temporada, pero Marc no pudo acabar la carrera.

Al año siguiente continuaron en sus respectivas escuderías. Todo cambió en 2001. En el mismo año que entró Alonso, Marc se fue de Minardi con destino Williams donde conseguiría un puesto de probador, y a Pedro le dieron la patada para que entrasen los millones de Red Bull con un tal Enrique Bernoldi. Pedro se quedaba sin volante, y surgió la opción fallida de irse a Prost, pero no todo estaba acabado. Un austríaco de origen gallego, Niki Lauda lo fichó como probador para Jaguar, donde consiguió un volante para el año 2001, año en el que su consiguió mejor puesto en carrera hasta la fecha: un quinto puesto. 2002 fue un año muy difícil para todo el equipo Jaguar, y al final de ese año fue despedido.

En 2003 la historia sería totalmente distinta. Nuestros debutantes de 1999 eran pilotos probadores de dos de las tres escuderías históricas del mundial, Pedro en McLaren y Marc en Williams. En 2003, Marc tuvo su oportunidad de pilotar un Williams sustityendo en el Gran Premio de Italia a Ralf Schumacher, hecho que se repetiría en 2004.

Año 2005. Fernando se proclama campeón del mundo por primera vez. Marc deja Williams y ficha por Ferrari y Pedro empieza a tener cada vez más protagonismo en McLaren. Sustituye a Montoya en el Gran Premio de Bahrein, en donde logra su primera vuelta rápida en carrera. En el año siguiente las cosas siguen igual, Marc sigue siendo probador de Ferrari, y Pedro hereda el volante de Montoya en la segunda parte del mundial, lo que le permitió lograr un segundo puesto en aquel histórico Gran Premio de Hungría. Fernando volvería a ser campeón.

Finaliza el mundial de 2006 y se habla mucho del futuro de Pedro, llegándose a decir que podría acompañar a Alonso en McLaren en 2007, cosa que finalmente no ocurrió. Ese mismo año, Marc compatibiliza su puesto en Ferrari con el de piloto Peugeot en las 24 horas de Le Mans.

La historia se repetiría para 2008, volvía a haber ilusiones de que Pedro pilotase el McLaren pero llegó Kovalainen dejando al catalán sin opciones. Volvía a trabajar en la sombra, desarrollando el coche que coronó a Hamilton como campeón del mundo. Por su parte, Marc repetiría experiencia en Le Mans, logrando un meritorio segundo puesto.

Parece que fue ayer cuando dos pilotos pasaban a engrosar la lista de españoles en Fórmula 1. Entraron en escuderías pequeñas y ahora trabajan para las poderosas: Pedro en McLaren y Marc en Ferrari.

Solo me queda felicitarlos por el décimo aniversario de su debut en un Gran Premio.

2 comentarios, ¡anímate a comentar!

Ovi dijo...

Gran artículo sobre el debut de los dos, yo tambien he hecho uno pero solo de pedro.
Para mi pedro se merece mucho mas de lo que tiene ahora mismo como piloto, dao que podría haber ganado carreras, de no haber sido por la mala suerte que ha tenido al no encontrar buen equipo.Espero que vuelva dentro de poco a las parrillas.Un saludo.


Dani dijo...

Hola Ovi, estoy contigo con lo de Pedro. Se merece un volante como el que más y espero que algún día lo logre, pero, como sabemos todos, la edad juega en su contra en una competición donde casi todos los equipos se fijan en los jóvenes talentos. Ojalá que algún día le llegue una oportunidad.


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