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Una visión de 2012. Impresiones generales

Si allá por el 18 de marzo me ponen en un papel que llegaríamos al final del campeonato con dos pilotos luchando por su tercer título mundial, de forma que cualquiera se convertiría en el tricampeón más joven de la historia, en una temporada apretada, apasionante hasta el final, no habría dudado ni lo más mínimo en estampar mi firma debajo de cada una de las palabras que compusiesen ese texto. Este año lo ha sido, es lo que todo el mundo deseaba, todo por decidir en la última cita. 
El simple hecho de que ningún piloto fuese capaz de desmarcarse de manera clara en la clasificación, ver  siete ganadores diferentes en siete carreras es una situación anómala y muy influyente en ello, sumado al grado de incertidumbre visto en ese inicio de mundial, ha sido lo mejor que le podría ocurrir a un campeonato como la F1. Hemos podido presenciar resultados sorprendentes, como el podio de Pérez en Malasia, victorias inesperadas a la par que emotivas, véase a Maldonado llevando un Williams hasta lo más alto del podio, o históricas, como la de Rosberg en China para Mercedes tras varias décadas sin ver a las flechas de plata sin vencer. La diversidad de resultados, más las pifias de McLaren en las primeras carreras, recordemos que tenían un coche para dominar de forma clara, han sido importantes en el desarrollo del campeonato, no lo olvidemos pues es muy fácil quedarse con lo más reciente.

En todo esto ha habido un factor importante: los neumáticos. Por aquel entonces, el grado de desconocimiento de las, admiradas por unos y odiadas por otros, Pirelli causaba quebraderos de cabeza en los pitwalls. ¿Parar antes? ¿Estirar una vuelta más? La mala gestión de los neumáticos hizo que varios podios prácticamente asegurados se fuesen al garete de una vuelta para otra. Lástima que el factor sorpresa de los neumáticos italianos se perdiese, bien porque los equipos le acabasen cogiendo el truco, bien por las decisiones más conservadoras de la marca en cuanto a la selección de los compuestos para cada carrera, como se ha visto en las últimas carreras del año. En resumen, las Pirelli han vuelto a tener su grado de importancia otro año más.
Tampoco podemos pasar por alto el trabajo realizado por Vettel y Alonso en este 2012. En mi modesta opinión, cualquiera de los dos sería un justo y más que digno campeón. Empiezo por el alemán por ser el campeón. Siendo claros, no lo ha tenido tan fácil este año como puede parecer por el resultado de las últimas carreras. Los inicios de mundial no fueron demasiado fáciles, no se le notaba demasiado cómodo con el coche si lo comparamos con Webber. No olvidemos que en alguna Q3 no llegó a marcar tiempos, dando una sola vuelta de salida y entrada al box. No fue hasta Canadá cuando empezamos a verlo en las posiciones de cabeza con más regularidad, recuperando de nuevo las sensaciones, volviendo a sentirse cómodo con el coche, incluso remontando posiciones en carrera, situación en la que muchos querían verlo. De todos modos, seguirá habiendo quien diga que ha ganado por llevar un Red Bull, pero para ganar hay que saber como llevar un coche de esos y no todos tendrían el mismo éxito que Vettel, la prueba la tenemos en su compañero de equipo.

Por su parte, la temporada realizada por Alonso merece el respeto de todo el mundo. Finalizar segundo con un coche inferior tiene muchísimo mérito. No tengo palabras para describir su año 2012 y, lógicamente, evitaré usar la palabra que tanto repite cierto twitstar y comentarista televisivo. Ha estado soberbio desde que arrancó el mundial en Melbourne hasta que finalizó bajo la lluvia brasileña, llevando ese F2012 a posiciones que parecían más un sueño que una realidad a principios de año. Y no olvidemos que el F2012 también experimentó una mejoría tras los test de Mugello, siendo un coche competitivo durante unas pocas carreras. No seré alonsista pero sé reconocer cuando se hacen bien las cosas y cuando se destaca de forma clara, como así ha sido. Alonso lo ha demostrado esta temporada, véase la carrera de Valencia y el tramo final de año, y diría que ha sido la mejor de su carrera deportiva.

El hecho de tener en parrilla a pilotos de la talla de Alonso, Hamilton, Räikkönen y Vettel nos permite disfrutar más del campeonato, es más, hemos de sentirnos afortunados por verlos competir en directo, como otros lo fueron al poder ver a los Prost, Senna, Mansell, Piquet, etc. batiéndose el cobre en la pista. Será dentro de unos años cuando realmente nos demos cuenta, no tengo ninguna duda al respecto.

En resumidas cuentas, me lo he pasado como un enano siguiendo este mundial 2012, incluso me atrevería a decir que es la temporada con la que más he disfrutado en los trece años que llevo viendo a los cochecitos de colores, y eso que también ha habido temporadas igualadas en los últimos años, por ejemplo 2007 o 2008, ambas con finales épicos. La de 2012 las supera con todas las de la ley.

En los próximos días iré publicando mis visiones sobre cada uno de los equipos y pilotos que han tomado parte en este campeonato tan apasionante. No olvidéis que la encuesta seguirá abierta hasta el 5 de diciembre y que también podéis dejar en ella vuestra opinión de este 2012, si lo consideráis oportuno.

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