Lo reconozco, era un excéptico con la vuelta de Kimi, dudaba de que fuese a retornar a la competición, ya fuera en Williams o en cualquier otro equipo de la parrilla. Dudaba de cual sería su rendimiento al volver a tener entre sus manos un volante con mil y un botones. Dudaba de si tendría la motivación suficiente para afrontar toda una temporada, en especial si los resultados no acompañaban. Dudaba, dudaba y dudaba.
Muchos pensábamos que el lugar especial para lograrlo era Spa, o Mónaco, incluso las calles de Valencia, de forma que fuese el octavo ganador en ocho carreras. Hubiese sido genial ver un arranque de campeonato con 8 ganadores diferentes en otras tantas carreras, algo nunca visto en esta competición. No daba llegado el día y tampoco parecía que fuese a llegar. A veces porque despertaba tarde, a eso de las 15:00 del domingo, otras porque el coche no tenía el ritmo suficiente para llegar a las posiciones de cabeza. Pero aún así, y sin hacer demasiado ruido, llegaba al podio, manteniéndose en los puestos destacados de la clasificación de pilotos. ¿Alguien se lo habría imaginado a principos de año?
Y el día deseado llegó, haciendo valer el famoso más vale tarde que nunca, y le acompañó la fortuna, no lo podemos olvidar. Estuvo despierto desde que se apagó el semáforo, manteniéndose al acecho de su presa, atacándolo cuando ésta cometió un pequeño error, rodando a una distancia que le permitiese aprovechar un error de su objetivo en caso de cometerlo y dar el zarpazo. La presa acabaría cayendo, de una forma cruel, dejándo el camino despejado hacia el triunfo. Solo tenía que seguir empujando hasta la meta para volver a saborear las mieles del éxito, todo mientras respondía a su ingeniero frases que pasarán a la historia como el Just leave me alone. I know what's coming! Kimi en estado puro, el Kimi que nos gusta a práctiamente todos, el que se centra en conducir más rápido que los demás, el piloto que cuando está inspirado no comete errores y es difícil de superar. El octavo ganador del año.
El octavo pasajero llegó, vio y venció, además de venir para quedarse entre nosotros. Habrá perdido las pocas opciones que tenía de cara al título, pero el hecho de poder quedar entre los tres primeros en su año de regreso es digno de todo un campeón y as del volante. Tengámoslo presente para 2013, puede que todavía no haya dicho su última palabra.
Tweet
5 comentarios, ¡anímate a comentar!
Estimado Dani,
Kimi es un piloto muy diferente a l resto, pertenece a los Hunt de otras épocas. Disparatados, alegres y sin preocupaciones. Pilotos que solo disfrutan conduciendo y el resto les aburre de forma soberana. Por eso su rendimiento en McLaren, incluso en Ferrari, no fue todo lo bueno que se podría sacar de él. El necesita un equipo que le arrope y le deje libre para ser un loco de la velocidad.
Por cierto he leído unas supuestas declaraciones de Kimi preguntándole sobre su mala suerte y su gloriosa respuesta fue: “En la F1 no hay suerte, si algo no funciona, es que ha habido algún fallo, en el diseño del coche, en la preparación, en el piloto.”
¡Qué pena que no haya más pilotos tan sinceros!
Saludos y nos leemos
Para mi es un crack, me gusta su forma de ser en todos los aspectos, sin pelos en la lengua. Se agradece que haya pilotos que sean ellos mismos.
Saludos
Coincido contigo.. Kimi tenía que ganar sí porque sí, es un grande.. y que mejor que en el circuito donde se despidió, sin saber si era para siempre.. ha vuelto y para 2013 con una buena arma hay que tenerle cuidado. saludos!!
Si en Lotus consiguen desarrollar su DDRS, parece que legal no como el de Mercedes o Red Bull, los sábados tendrían cierta ventaja, lo único que faltaría es que el nuevo Lotus sea tan o más competitivo que el actual. Es muy fácil decirlo y podría no dar resultado de cara a 2013.
Saludos
Llelvo diciendo desde enero que a Kimi, como a cualquier otro piloto que vuelve, había que darle seis meses. Por eso apostaba a una victoria de Grosjean antes que Kimi. Pero Grosjean no es Campeón del Mundo como Kimi, algo que muchos olvidan.Pasados los seis meses perdí la fe, no en Kimi sino en Renault...Perdón, Lotus. Y una vez más me equivoqué.
Publicar un comentario